martes, 9 de septiembre de 2014

El Día Internacional de la Alfabetización en las escuelas de Lima

Ayer se celebró el Día Internacional de la Alfabetización en las escuelas Peruanas con un "Maratón de Lectura" que, según entiendo, fue mandado hacer desde el Ministerio de Educación la semana pasada: es decir, con poco tiempo de antelación para poder planificar un evento que realmente consiga su objetivo: animar a lectura, conseguir que los niños lean, que lean mejor, que lean más. Para conseguir eso hay que hacer más que sacar las mesas al patio y ponerles los libros que tenga el colegio en estanterias para que durante dos horas lean los que les antoje.
La lectura libre funcionó muy bien los primeros 30 a 45 minutos, luego fue más caótico.


Ok, yo sé, para nosotros a quienes nos encanta leer no hay nada que suene mejor que dos horas para leer lo que nos apetezca. Pero como la mayoria de los niños no son - todavía -  de ese tipo de lector, hay que mezclar en un evento así actividades participiativas donde los niños y los profesores lean, juegan, inventan, motiven y disfruten de los libros. Ayer en los dos colegios donde voy a iniciar unos talleres de formación y capacitación y que tienen la gran ventaja de tener una biblioteca escolar del Proyecto Un Millón de Niños Lectores, (es decir tienen libros con que trabajar) no hubo ninguna actividad especial, solo libros y mesas en el patio. Bueno, y yo, que fui de grado a grado, leyendo y tarabajando unos libros, según edades y contenidos, que había preparado durante el fin de semana, . No estoy segura si la situación fue por falta de tiempo de planificación, o por falta de saber cómo, pero les aseguro, que después de mis sesiones con ellos, los siguientes maratones de lectura, van a ser más participativos!

Vamos a trabajar actividades como:
- Un puzzle de cuento - donde se le da a cada niño un trozo de un cuento en un papel, y que los niños tienen que ponerse en el orden del cuento para al final leerlo en voz alto entre todos.
- Concurso de lectura en voz alta, con mucho ensayo de antemano para realmente mejorar el nivel de la lectura en voz alta.
- Hora del cuento, con la lectura animada de un cuento por parte de los profesores u otras de la cominidad para los más jovenes.
- Mi voz cuenta, Para 5º y 6º grado la lectura de un poema favorito, o un texto escogido de un libro que les ha gustado este año. También con mucho ensayo de antemano para mejorar la lectura en voz alta.
- Quien sabe más, Un concurso de preguntas sobre los conocimientos de uno de los titulos con más ejemplares en la biblioteca, para que en las semanas anteriores muchos lo pueden leer y preparar su participación.

Allí va solo unas ideas, hay muchas más, y lo mejor es que con su propia imaginación la profesora (o profesor) inventa sus propias actividades.

Pero hay que enseñar como cosecharlos

Esto será una de las facetas que trabajaré en las sesiones de formación de "Un Millón de Niños Lectores" que voy a empezar esta semana en los tres colegios de Chorillos donde hemos creado biblioecas escolares con un auspiciador privado. Iré publicando detalles y observaciones de los temas concretas, así que ¡les espero aquí!

jueves, 4 de septiembre de 2014

¿Qué hago para que los niños lean?



Este fin de semana otra persona me preguntó que hago para que los niños lean. Porque, me dicen,  “a los niños no les gusta leer.”  Dependiendo de en qué país estoy y de qué nivel económico y cultural procede la persona que me lo dice, mi respuesta normalmente varía. Pero para la mayoría de la población de Perú mi respuesta es la misma:

“Eso no es verdad. Los niños en Perú no leen porque no tienen acceso gratuito a libros, no porque no les gusta leer.”

Pocos colegios tienen bibliotecas escolares, y las que sí existen a menudo no invitan a la lectura: están relegados a rincones oscuros y los libros son mayormente libros de texto, estudio o de referencia, (no adecuados para la animación y disfrute de la lectura), y a veces hasta siguen embalados. Tampoco los profesores han recibido mucha formación en la animación a la lectura, o temas de bibliotecas. Por eso colaboro con el ReCreo y su proyecto Un millón de niños lectores, dedicados a implementar bibliotecas escolares que si animan a la lectura, y conseguir que sea una prioridad para el Ministerio de Educación.
En Lima, una ciudad de más de 8 millones de personas, solo hay 50 bibliotecas municipales.  Son pequeñas en comparación con las bibliotecas a las cuales estamos acostumbrados en los países del primer mundo; los espacios son oscuros con colores, materiales y muebles de otras épocas; los libros van desde desfasados hasta realmente viejos;  están almacenados detrás de una ventilla dónde el lector tiene que pedir el libro que quiere por título y autor;  los “monitores”, o guardianes de los libros, en muchas ocasiones tienen poco conocimiento literario para poder ayudar al usuario. La mayoría de estas bibliotecas municipales tampoco ofrece el servicio de préstamo para casa - tienen miedo del robo del libro. Me pregunto por qué nadie se plantea hacer una campaña de sensibilización para que avance la población y comprenda el beneficio del préstamo en vez del robo de un libro. Las bibliotecas son almacenes de libros – no tienen nada que ver con las bibliotecas que animan y motivan a la lectura de la población en general. ¿Cómo quieren que la gente lea?

Aunque tengo que reconocer que algunas de las bibliotecas en los distritos más favorecidos han prestado más atención al tema infantil y han decorado una zona con colores alegres, mesas y sillas para niños, estanterías bajas y abiertas con libros infantiles y álbumes ilustrados para que los niños los puedan leer. Pero la cantidad y variedad de libros es deficiente para la demanda potencial de los niños en su distrito. Y por supuesto en muchas zonas más marginadas, dónde la necesidad es mayor, no existe nada por estilo. Nueve distritos tienen bibliobuses, que fueron regalos del gobierno de España hace 10 años, es decir antes de la crisis, y que funcionan bastante bien. Su presupuesto alcanza el personal necesario para llevar el programa, pero no hay presupuesto para comprar nuevos libros. Los pocos libros que consiguen son donados – este el caso de la mayoría de las bibliotecas que he visitado.  Algunos de los bibliobuses ofrecen préstamos para casa y otros no, pero para realmente llegar a todas las zonas necesarias Lima tendría que tener decenas más de ellos. 

Las casas también carecen de libros, bien por falta de recursos económicos, o bien por falta de conocimiento y costumbre por parte de los padres. Los álbumes ilustrados que realmente invitan a que los niños los lean (los que estamos acostumbrados a tener en bibliotecas, escuelas y casas en Europa o Norte America)  son caros para la economía de más de la mitad de la población, y la mayoría de los libros que sí están a su alcance ofrecen una calidad pobre, tanto en materiales como en contenido. Así que los niños tampoco tienen libros en sus casas. ¿Cómo sabemos si les gusta leer o no?

También trabajo, (de forma voluntaria) en el cercado de Lima, con el programa Lima Lee, y por  iniciativa privada en unos asentamientos humanos en El Agustino. Llego con libros para compartir;  mi pasión por la lectura; y mis años de experiencia leyendo con niños, y lo que yo encuentro son niños con mucho deseo de tener un libro en sus manos y disfrutar de ello. Les llaman la atención los títulos, las ilustraciones, los colores. Les mantienen la atención las historias, los personajes, los mundos nuevos que descubren. Pero si el contenido no les cautiva, buscan otro que les guste más, y luego se sienten y lo devoran. Así es como debe de ser, que haya una variedad para que cada niño y niña encuentre libros que se adecuen a su nivel de lectura y su interés personal.

Después de leerles uno o dos cuentos en voz alta, o ayudar a alguien encontrar un libro apropiado a su nivel de lectura, o escuchar a un nuevo lector leer un cuento para mí en voz alta, (orgulloso de su nueva destreza), me lleno de alegría cuando miro por las mesas y me doy cuenta de que los niños no me necesitan. Están leyendo para si mismos, o para sus hermanitos, o compartiendo una historia con una amiga - y así lo prefiero. Porque al fin y a cabo esa es la meta que todos buscamos: que los niños lean por si mismos: por gusto; porque quieren;  porque tienen libros disponibles y adecuados por su edad - en fin por el puro placer de la lectura.
 
Si señores, a los niños de Lima les gusta leer, a algunos les encanta leer, y cuando tienen acceso a libros que les llama atención, aprendan más fácilmente a leer y comprender lo que leen disfrutando con ello. Entonces, ¿cómo consigo que los niños lean? Primero, dándoles acceso gratuito a libros. Pero eso debe ser prioridad y labor de las áreas de cultura y educación de Perú, con la prioridad y el presupuesto  adecuados para un país que pretende progresar hacía el primer mundo.

martes, 8 de abril de 2014

La Sirenita y el Día Internacional del Libro Infantil



La semana pasado celebré el Día Internacional del Libro Infantil, haciendo lo que siempre hago: trayendo libros y la lectura en voz alta a un asentamiento humano en el distrito de El Agustino en Lima. Llevo desde enero yendo dos horas y media todos los miércoles a una improvisada biblioteca de este barrio de bajo nivel socio económico, compartiendo cuentos, prácticas de lectura, dibujos y juegos con los niños de la zona, dónde la mayoría no tienen acceso a libros por otros medios.
 Todos los libros son donados: muchos de los libros ya tenían las monjas de la zona (quienes proporcionan el local) y son muy antiguos; otros son versiones baratas y de poca calidad de contenido de cuentos tradicionales; mientras otros son recientemente donados por familias de otro nivel socio-económico de Lima y son más modernos, interesantes y divertidos. Esos, lógicamente, son los más deseados y causas de discusiones sobre a quién le toca esta semana llevarse uno de ellos a su casa. Y en algunos casos, son los que no se han devuelto “todavía”. 

Pero las versiones baratas de los cuentos infantiles - las que abundan en los supermercados y otros puestos de ventas de libros baratos acá, las que yo no elegiría para una selección idónea para niños de hoy día - también tienen su atracción para los niños que acuden a estas improvisadas bibliotecas. Claro, parte es porque es lo que tenemos, y a pesar de ser feos y de textos tan reducidos o cambiados que ya no parecen el cuento original, los niños los devoran. Lo que he observado en estos meses es que para estos niños, que no se han criado con libros en sus casas, ni en sus aulas, ni con bibliotecas en los barrios donde pueden encontrar y llevarse prestado todo tipo de libro, son libros que tienen que ver y tocar; cuentos que tienen que conocer; e imágenes que tienen que disfrutar - dando igual la calidad del libro y la edad del niño. 

En España, los EE.UU y otras zonas de Lima, los niños han conocido estos cuentos desde muy jóvenes en muchos formatos y desde muchos fuentes: en películas, libros, teatros, teatros de títeres, por sus maestros, abuelos o padres que se los han contado, entonces cuando llegan a 8, 9, 10 años, o quizás antes, ya no les interesan estos cuentos. Pero acá, incluso los niños de 10 a 12 años estaban locos por llevarse estos cuentos y disfrutar de ellos en sus casas. He concluido que es una etapa por la cual tienen que pasar, sin saltarlo, dando igual su edad o nivel de lectura. Pero una vez que los han visto todos, y varias veces, vuelven a buscar y pelearse por los pocos libros infantiles publicados recientemente en Perú con ilustraciones maravillosas; historias contadas con la lengua que refleja cómo se utiliza aquí en Perú; sitios y circunstancias que les suenan familiares a ellos. Pero desafortunadamente, estos escasean en mi colección donada. 

Dadas las circunstancias de los libros a mi disposición, en celebración del Día del Libro Infantil  decidí leer algunos de los cuentos tradicionales, empezando con la Sirenita de Hans Cristian Anderson, cuyo cumpleaños marca la fecha. Lo que terminó sucediendo fue la lectura de tres versiones diferentes del mismo cuento. Fue una comparación interesante, donde algunas de las niñas más mayores destacaron las diferencias principales: una no tenía la bruja del mar y la sirenita se convirtió en espuma del mar; otra tenía la bruja del mar y le di una poción para convertir la cola en piernas y al final se casa con el príncipe; mientras en la otra la bruja le concedió su deseo al cambio de la voz para ella sin poción, pero la Sirenita no llega a casarse con el príncipe. Sin embargo otras lectoras más jóvenes tuvieron más dificultad en captar estas diferencias. La comprensión lectora es un gran problema aquí, pero eso es asunto para otro artículo.

Lo que me gustaría destacar con esto es el poco cuidado que unos editoriales baratos tienen con estos textos, cogiendo total libertad con ellos, como son textos sin canon de derechos de autor, y envolviéndolos en ilustraciones mediocres y desfasadas, pero llenas de color. Los niños están atraídos por ellos y los papás o abuelos los compran por su bajo precio, sus títulos y colores y tamaños llamativos sin prestar atención al texto y si es adecuado para el nivel de lectura de sus hijos, o si la historia es correcta o tiene sentido en una versión tan corta (Que muchos ni se entiende si no tienes conocimientos anteriores de la historia). Y por el bajo nivel de conocimiento de este mundo, los que compran los libros ni saben que deben, ni cómo deben, evaluar estos textos.

Hay dos grande labores pendientes en las zonas donde me muevo: Conseguir poner libros en manos de los niños y mejorar la calidad de los mismos, especialmente los que están al alcance económico de estas familias. En esta labor sigo trabajando.

jueves, 27 de febrero de 2014

El Hada de los Cuentos en Lima


Hoy he hecho mi estreno como el Hada de los Cuentos - Cuentos en el Parque en Perú, en el Parque Municipal de Barranco de Lima, en colaboración con la Biblioteca Municipal de Barranco - Manuel Beingolea. El parque (más plaza que parque) es el centro de la actividad y juego de los niños del barrio por las tardes- un lugar perfecto para leer cuentos en voz alta, atrayendo a los niños a mi alrededor como el Flautista de Hamelín. No hay nada que me guste más que encontrarme rodeado de niños y sus papás con ganas de que les lea un cuento. ¿A quién no le gusta que le lean? Ofrece la oportunidad, tanto a niños como a adultos, de gozar del mundo de los "álbumes ilustrados" (libros que cuentan historias tanto con palabras como con ilustraciones) y abrirles el apetito a la lectura.

Me bauticé el Hada de los Cuentos en 2007 cuando, bajo mi propia iniciativa y por el amor al oficio, decidí llevar cuentos, mi voz, y mi entusiasmo por la lectura al Parque de la Paloma en Benalmádena, Málaga, España. Allí comprobé lo que sospechaba: que a pesar de todas las pantallas de multi-media que inundan nuestra vida hoy día, todavía un buen libro, bien leído, sigue cautivando a niños de todas las edades y niveles socio-económicos. El reto es conseguir que los papás se den cuenta también y busquen la manera de compartir ese placer con sus hijos en casa.

Con este blog mi objetivo es ofrecer consejos e ideas a los papás, maestros, bibliotecarios y otros interesados en el tema, sobre como hacer que la lectura sea un placer, tanto en familia, como para un@ mismo. Porque la mejor manera de mejorar la comprensión lectura es LEYENDO, y la mejor manera de conseguir que los niños lean es asegurando que sea placentero para ellos. Entonces así se consigue que su cerebro aprenda a comprender lo que lee sin que le parece un esfuerzo o tarea difícil.